Tus besos no saben a nada, las palabras no se escuchan, las promesas no se cumplen, la invisibilidad me alcanza y sus ojos ya no me ven.
Las verdades son mentiras, sus manos son arma mortal, la traición es su nueva rutina y mi verdugo es su absurda obsesión. Su aliento ya no es miel, la razón se ha perdido, mis sentidos ya no existen y las heridas nunca sanarán.
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