COMO DECIRLE A LA LUNA...
Ayer fue la noche más larga y más corta.
Más larga se hace por las palabras que no puedo decir, las que no soporto escuchar y las que no puedo comprender. Y más corta es, que los brazos no me bastan y las lágrimas no aguantan y comienzan a caer.
Más larga se hace por las palabras que no puedo decir, las que no soporto escuchar y las que no puedo comprender. Y más corta es, que los brazos no me bastan y las lágrimas no aguantan y comienzan a caer.
La más larga de todas mis noches por este desquiciado dolor y barullo en mi cerebro (que no entiendo como pasó). La más corta de todas, porque no me quiero ir, pero la luz comienza a entrar por ese agujero en forma de ventana rompiendo el hechizo de esta acogedora celda.
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